Un satélite natural es un cuerpo celeste que orbita alrededor de un planeta u otro objeto astronómico más grande de manera natural, es decir, no ha sido creado por el ser humano. Otra forma de denominar a este tipo de satélites de forma habitual es «lunas» pues suelen orbitar otros planetas.
El satélite natural que es más conocido y que tenemos más cerca de nosotros es la Luna, que gira alrededor del planeta Tierra. La razón por la que estos satélites orbitan alrededor de un planeta es porque existe una fuerza gravitacional que los atrae. Su función es muy importante para dar estabilidad a los sistemas planetarios a los que orbita.
3 Ejemplos de satélites naturales
Nuestra Luna (satélite natural de la Tierra): La Luna es el satélite natural de la Tierra y tiene varias funciones importantes. En primer lugar, ejerce influencia sobre las mareas de la Tierra debido a la atracción gravitatoria. Además, la Luna ha sido un objeto de estudio para la investigación astronómica y ha servido como referencia para medir el tiempo a lo largo de la historia humana.
También ha sido un objetivo para misiones espaciales, como las misiones Apollo, que llevaron a los astronautas a su superficie.
Fobos y Deimos (Dos satélites naturales de Marte): Fobos y Deimos son los dos satélites naturales de Marte. Su función principal es la de objetos de estudio en la investigación planetaria. Estos satélites proporcionan información valiosa sobre la formación y evolución del sistema solar y ayudan a los científicos a comprender mejor la historia de Marte. También han sido objeto de interés para misiones espaciales, como las sondas marcianas, que han enviado datos e imágenes detalladas de estos satélites a la Tierra.
Ganimedes (El satélite natural de Júpiter): Ganimedes es el satélite natural más grande de Júpiter y del sistema solar. Su función principal es la de proporcionar información sobre la magnetosfera de Júpiter y su atmósfera. Las sondas espaciales, como la misión Galileo de la NASA, han estudiado Ganimedes para comprender mejor sus características geológicas, su composición y su posible presencia de agua bajo la superficie helada. Además, Ganimedes también afecta el campo magnético de Júpiter debido a su movimiento orbital, lo que contribuye al estudio del sistema magnético del planeta.
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