Los metaloides, también conocidos como semimetales, son elementos químicos que exhiben propiedades tanto de metales como de no metales en su comportamiento químico y físico.

 

Se ubican en la tabla periódica entre los metales y no metales, formando una banda diagonal. Algunos ejemplos comunes de este tipo de elementos son, por ejemplo, el silicio, germanio y antimonio.

Los metaloides suelen mostrar conductividad eléctrica intermedia, poseen brillo metálico variable y pueden formar compuestos con características tanto iónicas como covalentes. Estas propiedades los hacen valiosos en la electrónica y otras aplicaciones industriales.

Que son los metaloides

5 ejemplos de elementos metaloides

  • Silicio (Si): El silicio es un semiconductor muy importante en la industria de la electrónica. Tiene propiedades metálicas y no metálicas, y es clave en la fabricación de chips y dispositivos electrónicos.
  • Arsénico (As): El arsénico exhibe características metálicas y no metálicas. Se utiliza en la industria, pero su toxicidad limita su aplicación. Puede formar compuestos semiconductores y se ha utilizado históricamente en la fabricación de materiales fotográficos.
  • Antimonio (Sb): Similar al arsénico, el antimonio es un metaloide con propiedades metálicas y no metálicas. Se utiliza en aleaciones y compuestos semiconductores. También tiene aplicaciones en la fabricación de baterías.
  • Telurio (Te): Este elemento muestra propiedades metálicas en algunos compuestos y no metálicas en otros. Se utiliza en tecnologías termoeléctricas y en la fabricación de dispositivos semiconductores.
  • Boro (B): El boro tiene propiedades metálicas y no metálicas, pero es más conocido por su comportamiento no metálico. Se utiliza en la industria como dopante en semiconductores y en compuestos como el borosilicato, que forma parte del vidrio resistente al calor.