Los animales omnívoros son aquellos que tienen una alimentación variada y pueden consumir tanto alimentos de origen vegetal como de origen animal. Es decir, que consumen tanto vegetales como carne.

 

Esta adaptación a nivel de alimentación es genial, ya que les da mayor flexibilidad para sobrevivir en diversos entornos y aprovechar una amplia gama de recursos alimenticios.

Ejemplos comunes de animales omnívoros incluyen osos, cerdos, ratas, humanos y algunos pájaros, como los cuervos. A continuación vamos a ver algunos ejemplos de animales omnívoros:

Ejemplos de animales omnivoros

El oso

El oso es un mamífero omnívoro que se alimenta con una dieta muy diversa, que incluye frutas, bayas, hierbas, raíces, pescado y ocasionalmente, también carne de otros animales.

Su diversidad a la hora de alimentarse, es lo que le permite sobrevivir en una variedad de hábitats, desde bosques hasta tundras. Tiene un sistema digestivo muy fuerte y tiene también la capacidad de hibernación les ayudan a aprovechar los recursos disponibles y a sobrevivir en condiciones adversas.

El erizo

El erizo es un otro pequeño mamífero omnívoro que se alimenta de una variedad de alimentos bastante amplia. Su dieta incluye insectos, lombrices, pequeños vertebrados, frutas y vegetación. Los erizos también pueden complementar su dieta con proteínas animales y vegetales según la disponibilidad estacional de alimentos.

El gorila

El gorila es un gran primate omnívoro, aunque principalmente herbívoro. Su dieta se compone principalmente de hojas, frutas, brotes de plantas y árboles, y vegetación en genral, pero ocasionalmente pueden consumir insectos o pequeños animales.

Esta adaptación a la hora de alimentarse, les permite obtener los nutrientes necesarios en su hábitat.

El mapache

El mapache es un mamífero omnívoro de hábitos principalmente nocturnos. Su dieta es variada e incluye frutas, nueces, insectos, pequeños vertebrados, huevos, carroña y en algunos sitios donde habitan los humanos, incluso basura.

Sus patas delanteras habilidosas les permiten manipular alimentos y abrir recipientes. Esta adaptabilidad dietética les ha ayudado a prosperar en áreas urbanas y rurales, donde encuentran fuentes de comida, convirtiéndolos en consumidores oportunistas.