¡Hola profes y Familias! Hoy os traigo una actividad que estoy segura de que os va a encantar tanto como a vuestros peques: una manualidad sobre el ciclo de vida de la calabaza, perfecta para trabajar el otoño, Halloween o incluso la temática de la cosecha.

 

Si habéis tenido la suerte de hacer una salida al campo de calabazas con vuestros alumnos, esta propuesta es la actividad ideal para complementar la experiencia. Y si no ha habido excursión, no pasa nada: esta manualidad también funciona genial como recurso dentro del aula, ya sea en el rincón de ciencias, en los cuadernos interactivos o como parte de una unidad didáctica sobre plantas o el cambio de estación.

Actividad ciclo vida calabaza

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¿En qué consiste esta manualidad?

Se trata de una actividad imprimible con la que los peques podrán crear su propia calabaza mientras aprenden, paso a paso, cómo crece esta planta tan representativa del otoño. Desde la semilla, pasando por el brote y la flor, hasta llegar a la calabaza madura, los niños visualizarán y construirán el ciclo completo.

La plantilla incluye todas las partes del ciclo para recortar y montar, por lo que es una forma muy visual y manipulativa de trabajar contenidos de ciencias naturales. Además, ¡queda preciosa una vez terminada!

¿Qué habilidades vamos a trabajar con este recurso?

Como ya sabéis, a mí me encanta que cada actividad tenga un sentido más allá del “hacer por hacer”. Esta manualidad, aunque sencilla, trabaja un montón de habilidades importantes en educación infantil:

  • Comprensión del mundo natural: los peques aprenden el proceso de crecimiento de una planta, sus partes y su transformación.
  • Motricidad fina y coordinación ojo-mano: al recortar, pegar y montar las piezas, desarrollan estas habilidades fundamentales.
  • Vocabulario específico: semillas, brote, flor, fruto… una oportunidad perfecta para enriquecer su lenguaje.
  • Creatividad y expresión artística: pueden decorar su calabaza y personalizarla según la temática: más otoñal o más de Halloween, ¡tú decides!

¿Cómo podemos utilizar esta plantilla en el aula (o en casa)?

Aquí van algunas ideas prácticas:

  1. Después de una salida al campo: ideal para cerrar la actividad con una reflexión visual y creativa.
  2. En un rincón de ciencias: como parte de un proyecto sobre plantas, frutas o el otoño.
  3. En Halloween: combinando lo académico con lo festivo.
  4. Para crear murales colaborativos: cada niño hace su calabaza y luego se unen todas en un gran panel.
  5. Como tarea para casa: si queréis implicar también a las familias.

Es una de esas actividades que los niños disfrutan mucho, porque aprenden casi sin darse cuenta, y a nosotras nos facilita trabajar contenidos importantes de una forma significativa.

Si te apetece incluir esta propuesta en tus clases, puedes descargar la plantilla e imprimirla directamente para empezar a trabajarla esta misma semana.

¿Te gustaría que también preparase una versión en blanco y negro para colorear? ¿O una versión adaptada a primero de primaria? ¡Cuéntamelo en comentarios y lo preparo encantada!

¡Feliz otoño y feliz temporada de calabazas, profe!